SAGRADO

Heb. 6944 qódesh, קָדֵשׁ = «cosa santa» (Ex. 28:38; 39:1; Lv. 22:2; Nm. 5:10); gr. 2413 hierós, ἱερός = «consagrado, apartado»; lat. sacratus = «sagrado, consagrado», deriv. de sacrare, «consagrar», y este de sacer, «santo, augusto».
«Sagrado» indica prop. lo que está separado, reservado, lo que es inviolable y digno de un profundo respeto. Lo «sagrado» es un concepto fundamental en la historia de las religiones. Se cree que surge como resultado de las ideas sobre lo > puro y lo > impuro, lo prohibido y lo permitido, lo que es tabú y lo que no lo es, llegando así a la distinción fundamental entre lo sagrado y lo profano, lo santo y lo común. Para pasar de una esfera a otra hay que tomar precauciones especiales, debido a que lo sagrado es concebido en principio como una fuerza o poder peligroso para el hombre que se allega a él sin tomar las medidas convenientes, reguladas por los ritos religiosos. Por eso, el comportamiento frente a lo sagrado está determinado por el temor. Ante la manifestación súbita de lo sagrado el hombre siente miedo, que luego da paso a la confianza (cf. Gn. 15:1; 26:24; 28:17; Ex. 3:6; 34:30; Jue. 6:23; 2 Sam. 6:9; Is. 6:5; 41:10).
A lo largo de la historia, el hombre ha atribuido carácter «sagrado» a algunas plantas, animales, ríos, montes, piedras, lugares, personas, astros, sucesos de la vida humana y acciones significativas. Por contraste, lo «profano» indica lo que es «común» a todos los hombres de una tribu o nación fuera del orden de lo sagrado. Lo sagrado y lo profano constituyen dos modalidades de ser en el mundo asumidas por el hombre de un modo u otro.
Para el judaísmo el Templo era sagrado, así como las Escrituras, valoración esta última que conserva el cristianismo (cf. 2 Ti. 3:15), y a las que se añaden los escritos surgidos en las asambleas cristianas con la autoridad de los apóstoles. Esto significa que para el cristiano lo sagrado está ligado a la revelación divina, es decir, a la Palabra de Dios que interpreta, juzga y purifica. Véase COMÚN, HIROFANÍA, IMPURO, PROFANO, SANTO, TEOFANÍA.