QUIRIAT-JEARIM

Heb. 7157 Qireyath Yearim, קִרְיַת יְעָרִים = «ciudad de bosques»; Sept. Kariathiareím, Καριαθιαρείμ (Jos. 18:14; Jue. 18:12; 1 Cro. 2:50, 52; 2 Cro. 1:4; Neh. 7:29; Jer. 26:20); Kiriatharim, Κιριαθαρίμ (1 Sam. 6:21; 7:1, 2; v. 1 Cro. 2:50, 52; 2 Cro. 1:4; Neh. 7:29; Jer. 21:14); polis Iareím, πόλις Ἰαρείμ (Jos. 15:9, 60; 1 Cro. 13:5 [v. Iarim, Ἰαρίμ ]); poleis Iareím, πόλεις Ἰαρείμ (Jos. 9:17); Kariathiaeír, Καριαθιαείρ [v. polis Iaír, πόλις Ἰαίρ] (1 Cro. 2:53); Kariathbáal, Καριαθβάαλ (Jos. 13:15); con art. Qireyath hayyearim, קִרְיַת הַיְּעָרִים (Jer. 26:20), abreviado Qireyath Arim, קְרְיַת עָרִים (Esd. 2:25; Sept. Kariathiareím, Καριαθιαρείμ v. Kariathiarim, Καριαθιαρίμ), o simplemente Qireyath, קִרְיַת (Jos. 18:28; Sept. polis Iarieím, πόλις Ἰαριείμ). Originalmente gabaonita, formaba parte de una alianza de cuatro ciudades (Jos. 9:17). Situada en los límites de Judá y Benjamín, a unos 14 km. al oeste de Jerusalén (Jos. 15:9; 18:14, 15; 1 Cro. 2:50), vino a pertenecer a Judá (Jos. 15:48–60; Jue. 18:12). Es famosa porque el Arca del pacto, restituida a los israelitas por los filisteos, fue depositada allí, en la casa de > Abinadab, bajo la custodia de > Eleazar, donde estuvo veinte años, hasta la segunda batalla de Eben-ezer, y quizá más tiempo (1 Sam. 6:19–7:2). De allí fue llevada a Jerusalén (1 Sam. 7; 1 Cro. 13). Durante este período, el lugar se convirtió en un centro de peregrinación de gentes venidas de todas partes, deseosas de ofrecer sacrificios y cumplir sus votos a Yahvé (Josefo, Ant. 6, 2, 1).
Recibe también el nombre de > Quiriat (Jos. 18:28) y > Quiriat-baal (Jos. 15:60; 18:14). Debió ser una ciudad importante y sagrada desde antiguo, a juzgar por sus nombres y su elección como depositaria del objeto más sagrado de Israel. Sin duda, fue por esta razón que los habitantes de Bet-semes rogaron a los de Quiriat-jearim que se hicieran cargo del arca de Yahvé que tantas calamidades les había provocado. Emplazada en un > monte o > lugar elevado (haggibeah, הַגִּבְעָה), contemplaba la foresta con la majestad de un lugar apropiado para servir de asiento al poder divino.
Parece que el salmista hace referencia a esta ciudad cuando dice: «No daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados sopor, hasta que halle un lugar para Yahvé, una morada para el Fuerte de Jacob. He aquí, en Efrata oímos de ella, y la encontramos en los campos de Yaar» (Sal. 132:4–6); esos «campos» o «bosques de Yaar» tienen la misma raíz que Quiriat-jearim. El profeta Jeremías habla de Urías hijo de Semaías, un varón que profetizaba en nombre de Yahvé, oriundo de Quiriat-jearim, el cual profetizó contra Jerusalén y Judá hasta que fue asesinado por el rey > Joacim (Jer. 26:20–23).
Se vuelve a hablar de Quiriat-jearim cuando una parte de sus habitantes volvió del cautiverio babilónico en tiempos de Esdras (Esd. 2:25; Neh. 7:29).