ESDRAS

ESDRAS ([Jehová] ayuda).
1. Descendiente de Judá (1 Cr 4:17).
2. Uno de los sacerdotes que regresaron de la cautividad con Zorobabel (Neh 12:1). En Nehemías 10:2 lo llaman Azarías.
3. Escriba y sacerdote que encabezó al grupo de cautivos judíos que regresó a Jerusalén a comprometerse a obedecer la ley de Dios. Junto con → EZEQUIEL, a Esdras se le considera el «padre» del judaísmo del poscautiverio. De todos los calificativos que se le han dado (escriba [Esd. 7:12], sacerdote [7:1–5], erudito y estadista) quizás el que mejor lo define sea el de «reformador religioso». Pasó la mayor parte de su vida en → BABILONIA, donde sin duda sirvió en el gobierno persa como ministro encargado de los asuntos judíos. Así alcanzó el título de «erudito en la ley del Dios del cielo» (Esd 7:12).
En 458 a.C., el séptimo año del entonces rey de Persia, → ARTAJERJES I, Esdras consiguió permiso, dinero y otras ayudas del rey, y se encaminó a Jerusalén al frente de un grupo formado en su mayoría por repatriados, sacerdotes y levitas (Esd 7:7), a fin de continuar la reconstrucción del país que → ZOROBABEL inició en 537–515 a.C. Al llegar a Jerusalén ofreció sacrificios al Señor (Esd 8:35) y presentó en seguida, a las autoridades persas, las cartas credenciales que lo autorizaban para iniciar labores en bien de su país (Esd 8:36). Cumplidas estas formalidades, espirituales y de orden político, Esdras investigó la situación de los judíos que vivían en la Tierra Santa. Al descubrir la baja condición moral del pueblo, elevó a Dios una ferviente oración de gratitud por el «remanente» y pidió perdón por los pecados cometidos (Esd 9:5–15). Fue tan intensa esta oración que el pueblo en masa se conmovió y ofreció colaborar con el caudillo en todas las reformas que introdujera, siendo la mayor de ellas el → DIVORCIO de las mujeres no judías (Esd 10:1–44).
Según parece en una segunda misión a la Tierra Santa, en 444 a.C., Esdras sintió la urgente necesidad de proclamar el mensaje de las Escrituras en medio del pueblo. Un día «juntó a todo el pueblo como un solo hombre» en una de las plazas de la ciudad leyó ante hombres, mujeres y niños el «libro de la ley», «desde el alba hasta el mediodía», y «los oídos del pueblo estaban atentos al libro de la ley». Como dentro del inmenso auditorio había gente que no entendía el → HEBREO en que la Ley se escribió, se consiguió a un selecto grupo de intérpretes para decir al pueblo, en lengua conocida (→ ARAMEO), todo cuanto el sacerdote leía (Neh 8:1–18). Movido por el mensaje de las Escrituras, todo el pueblo confesó sus pecados (Neh 9:1–37). Una vez hecha su reforma, Esdras desaparece de la historia.
Uno de los libros de las Sagradas Escrituras lleva el nombre de Esdras. Se le atribuye otra lista de libros que no forman parte del canon bíblico, incluyendo el conocido como 1 Esdras entre los libros intertestamentarios apócrifos (→ NEHEMÍAS).