Rabí

Gr. 4461 rhabbí, ῥαββί o rhabbeí, ῥαββεί, del heb. rabbí, רַבִּי, título de honor otorgado por los judíos a sus doctores y maestros religiosos. La palabra heb. rab, רַב, que sign. prim. «dueño» en contraste con un esclavo, junto con el sufijo pronominal que se le añade, significaba «mi dueño» y era un título de respeto utilizado por los siervos para dirigirse a sus señores. El sufijo perdió pronto su sentido específico, y en el NT se utiliza este término como un título de cortesía respecto a los maestros, pues rab también tiene el sign. de «grande», e indica por tanto una persona eminente, sobre todo por estar instruida en la Ley y ser un maestro, semejante al lat. magister.
En el NT se aplica a Cristo en Mt. 26:25, 49; Mc. 9:5; 11:21; 14:45 y en el cuarto Evangelio, donde se interpreta como didáskalos, διδάσκαλος, «maestro» (Jn. 1:38, 49; 3:2; 4:31; 6:25; 9:2; 11:8). También es aplicado a Juan el Bautista por sus discípulos (Jn. 3:26). Jesucristo se opuso a que sus discípulos codiciaran o utilizaran este título en cuanto señal de vanidad y de propiedad, que solo corresponde a Cristo (Mt. 23:7, 8).
Los rabinos se caracterizaban especialmente por el estudio y el trabajo de exposición de la Torah escrita, que comenzó de forma sistemática durante el destierro en Babilonia (586–536 a.C.), cuando el pueblo judío, lejos de su tierra y, por ende, del Templo, alrededor del cual giraba su culto y religiosidad, potenció la experiencia religiosa centrada en la investigación de la Escritura Sagrada, lo único que en esas circunstancias podía garantizar su identidad y su continuidad. Los que prosiguieron esta obra fueron primero los > escribas, y luego los > fariseos y los rabinos, que, con la destrucción del Templo de Herodes (y la consiguiente desaparición de los sacerdotes) y la expulsión definitiva de Jerusalén, gestaron un judaísmo de tipo rabínico, centrado en el Libro Sagrado. A diferencia de los sacerdotes y de los saduceos, ligados al culto del Templo y al carácter literal de la Torah, los fariseos en primer lugar, y después los rabinos —quienes asumieron la función de reorganizar la vida del judaísmo— se emplearon en una laboriosa obra dirigida a acercar la Torah al pueblo. Sus comentarios interpretativos (midrashim) se movían en dos direcciones: una narrativa (haggadah) y otra moral-jurídica (halakhah), que a finales del siglo II d.C. se recogieron y transcribieron en la > Mishnah, «repetición, enseñanza», la cual, a su vez, fue estudiada y comentada sistemáticamente en Palestina y en Babilonia hasta finales del siglo V d.C., dando origen al > Talmud, «estudio».
Durante el siglo I d.C. y comienzos del II, los rabinos eran reconocidos u ordenados a los 40 años de edad mediante la imposición de manos, tras un largo período de formación junto a un maestro autorizado. Cuando los romanos prohibieron las ordenaciones bajo pena de muerte (135 d.C.), los candidatos eran simplemente «proclamados» rabinos; de esta manera se les confería la autoridad de juzgar en el terreno civil y en el religioso. Ver DOCTOR, ESCRIBA, JUDAÍSMO, MAESTRO, MIDRASH, TALMUD.