NAZARET

En los mss. del NT este nombre presenta una ortografía muy variada, como 3478 Nazareth, Ναζαρέθ, Nazaret, Ναζαρέτ, Nazará, Ναζαρά, y Nazarat, Ναζαράτ, formas griegas del heb. nétser, נֵצֵר = «reverdeciente, vástago», aram. nitsrá, נִצְרַא. Otros proponen la raíz heb. natsar, נצר = «guardar, proteger»; Nazaret significaría entonces «protectora, guardiana», en el sentido de «torre de vigilancia». La Vulg. tradujo la palabra nétser por flos, «flor», en el sentido de «retoño». San Jerónimo dio la misma interpretación al nombre de la ciudad: «la flor de Galilea» (Epist. 46, “Ad Marcellam”).
Nazaret era una pequeña ciudad del norte de Palestina (Mt. 2:23) donde residían José y María. Fue el escenario de la > Anunciación (Lc. 2:39) y la residencia definitiva de la sagrada familia a la vuelta de Egipto (Mt. 2:23). Allí se crió Jesús (Lc. 4:16), y allí pasó la mayor parte de su vida (cf. Lc. 3:23; Mc. 1:9); esta es la razón de que reciba el nombre de «Jesús de Nazaret» (Mt. 21:11; Mc. 1:24). Sus conciudadanos lo estimaban (Lc. 2:52; 4:16), aunque rechazaron dos veces su ministerio (Lc. 4:28–31; cf. Mt. 4:13; 13:54–58; Mc. 6:1–6).
El Evangelio ha conservado la frase de Natanael: «¿De Nazaret puede salir algo de bueno?» (Jn. 1:46; cf. 7:41). A Jesús le apodaban sus enemigos de forma despectiva «el nazareno» (Mt. 26:71; Jn. 19:19). Nazaret, como parte de Galilea, era objeto del menosprecio de los judíos de la ciudad santa por razones históricas y raciales. La población galilea estaba compuesta por una mezcla impura de pueblos: judíos y gentiles procedentes de Egipto, Fenicia y Arabia (Estrabón, Geog. 16, 523). Los galileos tenían fama de sediciosos y gozaban de poca estima a los ojos de los judíos ortodoxos. Por eso, nazareno era un apodo empleado como recriminación y menosprecio.
Nazaret debía ser una población pequeña y de poca importancia, o bien de origen reciente, por cuanto no es mencionada ni en el AT ni en los apócrifos, ni siquiera en Josefo, que alude a 45 poblaciones de la región, pero nunca a ella, aunque distaba 5 km. de Séforis. No es nombrada nunca por los rabinos judíos en las referencias que hacen a distintas poblaciones en la Misnah o el Talmud, aunque sí citan 63 ciudades de Galilea. W.E. Pax cree hay razones geográficas que explican la poca importancia de Nazaret: la via Maris, que unía Damasco con Gaza y Egipto, pasaba a unos 9 kms. al este del monte Tabor para unirse, en la llanura de Meguido, con el camino que lleva del Jordán al Mediterráneo. Al encontrarse, por lo tanto, en un valle y aislada por las colinas circundantes, los caminos no llegaban a ella en la antigüedad.
La importancia de Nazaret y los estratos arqueológicos más abundantes se disparan a partir del s. IV con la cristianización del Imperio romano. Es entonces cuando empiezan las construcciones importantes y el aumento de la pequeña población del s. I. Los estratos más ricos corresponden a los grandes proyectos de construcción cristianos en los que se conmemoraba al vida de Jesús y sus padres. Las excavaciones muestran que, estrato tras estrato, no hubo en la Nazaret del s. I ninguna sinagoga. Solo se ha descubierto una en una aldea o pequeña población judía de la época de Jesús, Gamla, en el Golán. El único testimonio no cristiano que habla de Nazaret es epigráfico y se halló en 1962 en las excavaciones de Cesarea Marítima. Un pequeño fragmento de mármol colocado en una sinagoga del s. III o IV, menciona los lugares en que se establecieron los sacerdotes israelitas después de que Adriano expulsara a todos los habitantes autóctonos de Jerusalén tras la segunda guerra judía, en el 153 d.C. En Nazaret se estableció una de las veinticuatro familias sacerdotales, lo cual indica que era considerada una población judía. El dato se refiere al s. II y es una referencia sobre su religión, no su tamaño.
Es probable que existiera una sinagoga en Nazaret en tanto que reunión de varones judíos del pueblo, pero no hay datos de que se dispusiera de un edificio para tal fin, prob. por lo pequeña que era la aldea. La Nazaret del s. I era un insignificante población de apenas 200 o 400 habitantes. El asentamiento se debe a la época > asmonea por la intención deliberada de repoblar la Galilea habitada anteriormente por gentiles, o deshabitada en su mayor parte. Los habitantes de Nazaret de tiempos de Jesús eran judíos, prob. descendientes de colonos asmoneos o emigrantes de Judea que se habían instalado en la región un siglo antes en busca de tierras para cultivar. Este podría ser el caso de la familia de José, que según Mateo procedía de la casa de David en Belén.
El poblado del s. I era bastante pequeño. Se encontraba situado en la ladera de una montaña donde se practicaba el cultivo en terrazas. Los vestigios del período romano hallados en la zona donde los arqueólogos franciscanos han trabajado, permiten delimitar el territorio. Al este, oeste y sur, se han encontrado enterramientos subterráneos tallados al estilo típicamente judío, en suelo de caliza blanda. Dada la costumbre de enterrar fuera del lugar habitado, se supone que tales sepulturas indicarían el límite del pueblo. Además, hacia el norte el terreno es abrupto con barrancos y antiguas terrazas.
Probablemente tuviera unos 600 m. de longitud y unos 200 de ancho, por lo que difícilmente albergaría más de 400 habitantes. En el recinto calculado por los arqueólogos hay que incluir huertos, lagares y piscinas, todo lo cual apunta a un poblado realmente pequeño ocupado por unas pocas familias. Es evidente el carácter humilde de sus habitantes, como lo demuestra el hecho de la casi total inexistencia de vestigios de casas, lo que apunta a construcciones muy endebles, prob. cuevas con algún tipo de saliente frágil. Si las viviendas hubieran sido levantadas con muros de caliza o paredes estucadas o cubiertas de tejas en lugar de ramajes, las excavaciones hubieran mostrado algunos restos; su carencia demuestra la humildad y pobreza de aquella población. «Las huellas de los fundamentos de los muros desaparecidos nos permiten afirmar que las casas eran pequeñas y de estructuras elementales, donde no había lugar prácticamente para ningún tipo de mobiliario, salvo lo imprescindible para la vida cotidiana» (Echegaray, p. 122).
La situación de Nazaret en la ladera de la montaña permite saber que vivían del cultivo en terrazas donde debía haber vid, olivo y cereales, a juzgar por las prensas y silos que se han encontrado y que datan de la época romana. Además, podrían cultivarse verduras y legumbres en las tierras de aluvión, dado que en la zona había abundancia de fuentes.
Hasta el tiempo de Constantino, Nazaret permaneció casi exclusivamente como una localidad judía; sin embargo, hay evidencias arqueológicas de inscripciones cristianas en la gruta de la Anunciación, lo que indicaría una presencia cristiana en la comunidad. El mencionado emperador mandó construir una basílica sobre la supuesta casa de la Virgen dedicada a la Anunciación, lo que propició que, pese a su pequeñez y su difícil acceso, el pueblo se convirtiera en un lugar visitado por peregrinos.
Invadido por los persas (614 d.C.), fue posteriormente ocupado por los árabes (634). En el siglo XII, los cruzados lo conquistaron y edificaron una suntuosa catedral, pero les fue arrebatado y arrasado por el sultán Baibar en 1263. Durante cuatro siglos apenas fue más que un montón de ruinas. En 1620, los franciscanos consiguieron del emir druso Fakhred-Din permiso para establecerse en los restos del santuario de la Anunciación, donde permanecieron, si bien sufriendo toda clase de humillaciones y malos tratos por parte de los turcos. En 1730 consiguieron la autorización del gobierno turco para edificar una iglesia. En los tiempos modernos, muchas otras comunidades religiosas se han establecido en Nazaret formando un centro de vida cristiana. A partir de 1948 pertenece al Estado de Israel, con el nombre de en-Nasirah. Se halla en un pequeño valle aislado de la Baja Galilea, ligeramente al norte de la gran llanura de Esdraelón, al sur de la cadena de montes del Líbano, a unos 24 km. al oestesudoeste de Tiberias y a unos 140 km. de Jerusalén. De este a oeste, el valle mide menos de 1,5 km.; de norte a sur solo alrededor de una cuarta parte de esta dimensión. Al noroeste hay una colina que se eleva a alrededor de 150 m. por encima del valle, y unos barrancos cortan la ladera oriental que ocupa la población actual. La piedra calcárea blanca de las colinas colindantes es el material fundamental de las viviendas, bien situadas entre higueras, olivos y cipreses. Más abajo, en el valle, entre los huertos rodeados de higueras, se halla la llamada «Fuente de la Virgen», que provee de agua a la población. Es indudable que la madre de Jesús acudía a esta fuente para llevar el agua necesaria a su familia.
Nazaret ha crecido hasta ser una ciudad importante de más de 60.000 habitantes, mitad árabes musulmanes y mitad cristianos. Son varios los lugares de Nazaret que se consideran santos, pero el único identificado con certeza es la Fuente de la Virgen. El lugar de la colina desde donde los conciudadanos de Jesús intentaron despeñarlo (Lc. 4:29) se halla probablemente cerca de la iglesia maronita. Hay allí dos barrancos que caen a pico, con una altura entre los 6 y 15 metros. Véase GALILEA, JESÚS.