Uzías

Heb. 5818 Uzziyyah, צֻזִּיָּה = «Yahvé es fortaleza» o «Yahvé es mi fuerza», en forma prolongada Uzziyyahu, עֻזִּיָּהוּ; Sept. Ozías, Ὀζίας, con muchas variantes; Vulg. Ozias o Azias. Nombre de cinco personajes del AT.
1. Décimo monarca del reino separado de Judá (2 R. 15:13, 30–34; 2 Cro. 26; 27:2; Is. 1:1; 6:1; 7:1; Os. 1:1; Am. 1:1; Zac. 14:5; Mt. 1:8, 9; Josefo, Ant. 9, 10, 3ss), llamado > Azarías en 2 R. 14:21; 15:1–8, 17–27; 1 Cro. 3:12. Sucedió a su padre > Amasías hacia el año 785, después de la gran derrota que sufriera a manos del rey de Israel. Uzías reinó ya en vida de su padre como corregente. Accedió al trono a la edad de 16 años (2 R. 14:21). Su reinado destaca en la historia de Judá, primero, por su larga duración de 52 años; después, por elevar reino del Sur a una potencia nacional fuerte y llevar a una prosperidad que no se conocía desde la muerte de Salomón. Con la ocupación y fortificación del puerto marítimo de > Elat, restableció el comercio con los países de ultramar (2 R. 14:22). A pesar de todo esto, el relato bíblico es relativamente breve (2 R. 14:21–22; 15:1–7; 2 Cro. 26:1–23), interesado como está en las implicaciones religiosas.
Cuando Uzías fue súbitamente elevado al trono, las esperanzas nacionales de Judá estaban hundidas en su punto más bajo desde la división del reinado salomónico, por lo que sus logros sobresalen como un constraste muy marcado. Además de restaurar las murallas de Jerusalén, Uzías mejoró las fortificaciones que rodeaban la ciudad capital; reorganizó el ejército, equipado con las mejores armas; venció a filisteos y árabes, destruyó los muros de Gat, de Jabnia, de Asdod, sometió a los amonitas y otras naciones (2 Cro. 26:6–8). Extendió las fronteras de Judá tan al sur como > Elat en el golfo de Áqaba. El descubrimiento del sello de Jotam, hijo de Uzías, atestigua la actividad judía en Elat durante este período. Desarrolló la agricultura, edificó torres en el desierto para protegerla, y potenció el crecimiento ganadero; excavó pozos y sometió a su control ciudades comercialmente importantes en las rutas que conducían a Arabia, Egipto y otros países.
Siguiendo los pasos de su padre, rindió culto a Yahvé, gracias a la influencia de un desconocido profeta llamado Zacarías (2 Cro. 26:5), pero dejó subsistir los lugares altos donde el pueblo ofrecía sacrificios a los ídolos. Al parecer, los éxitos militares y sociales lo ensoberbecieron, y asumió que podía entrar en el Templo y quemar incienso delante del altar, usurpando con esta acción las funciones sacerdotales (cf. Ex. 30:7, 8; Nm. 16:40; 18:7). El sumo sacerdote Azarías, con el apoyo de ochenta sacerdotes, hizo frente al monarca. Irritado, Uzías desafió a los sacerdotes. Como resultado del juicio divino, fue atacado de lepra en el instante, de la que no sanó nunca (2 R. 15:5; 2 Cro. 27:2). Esta desgracia peronal le obligo a vivir fuera de Jerusalén reducido al ostracismo, de modo que su hijo > Jotam tuvo que ocuparse de la administración del reino como regente. En esta época tuvo lugar un gran terremoto (Am. 1:1; Zac. 14:5). El pueblo relacionó este cataclismo con el gesto sacrílego de Uzías (Ant. 9:10, 4). Su reinado duró 52 años, y murió alrededor del 734 a.C. (2 R. 15:1–7; 2 Cro. 26). Los profetas Isaías, Oseas y Amós comenzaron sus ministerios antes de su muerte (Is. 1:1; 6:1; Os. 1:1; Am. 1:1).
2. Levita, hijo de Uriel y padre de Saúl, de la descendencia de Coat (1 Cro. 6:24).
3. Padre de Jonatán, uno de los supervisores del tesoro real de David (1 Cro. 27:25).
4. Sacerdote de la descendencia de Harim que se había casado con una mujer extranjera, y que tuvo que repudiar posteriormente (Esd. 10:21).
5. Hijo de Zacarías y padre de Ataías, de la tribu de Judá, que volvió del exilio y residió en Jerusalén (Neh. 11:4).