RUBÉN, Tribu de

Pueblo formado por los descendientes de Rubén. Se estableció en el territorio más alejado de las otras tribus, en la parte norte de la región al este del Jordán. La tribu se dividía en cuatro clanes, surgidos de los cuatro hijos de Rubén (Nm. 26:5–11). Al comienzo de la peregrinación por el desierto, el príncipe de la tribu era > Elisur (Nm. 1:5; 2:10; 7:30–35; 10:18). En esta época, la tribu contaba con 46.500 hombres de veinte años o más, capaces de llevar armas (Nm. 1:20, 21). Cuando se hizo el segundo censo, 38 años después, su número era de 43.730 (Nm. 26:7). El príncipe de los rubenitas encabezaba el campamento constituido por las tres tribus de Rubén, Simeón y Gad, compuestas de 151.450 hombres capaces de portar armas (Nm. 2:10, 16). El rubenita elegido para ir a explorar el país de Canaán fue > Samúa hijo de Zacur (Nm. 13:4). Los rubenitas Datán, Abiram y On se unieron a Coré el levita, que fomentó la rebelión contra Moisés y Aarón (Nm. 16:11–50; 26:9; Dt. 11:6). Después de las victorias contra Sehón y Og, los gaditas, rubenitas y la media tribu de Manasés pidieron a Moisés permiso para establecerse al este del Jordán, región de pastos que convenía a sus numerosos ganados y rebaños. Moisés accedió, imponiendo una condición: que enviaran a la mayor parte de sus guerreros a ayudar a los israelitas en su campaña de conquista de la tierra (Nm. 32:1–42; Jos. 18:7). Los rubenitas, gaditas y la media tribu de Manasés participaron así en todas las expediciones de Josué (Jos. 4:12). Volvieron como triunfadores a sus dominios, y erigieron a continuación un altar conmemorativo, lo que provocó la indignación de las tribus al oeste del Jordán. Sin embargo, renunciaron a emplear la fuerza contra ellos cuando supieron que aquel altar no estaba destinado ni a holocaustos ni a sacrificios (Nm. 22:1–34). Los rubenitas no participaron en la lucha contra > Sísara, lo que les atrajo los reproches de > Débora (Jue. 5:15, 16). Hicieron la guerra a los agarenos, exterminándolos y apoderándose de su país, que ocuparon hasta que fueron llevados al cautiverio por Tiglat-pileser (734 a.C., 1 Cro. 5:18–26). El profeta Ezequiel, al proceder al reparto escatológico de la tierra de Israel, indica el territorio de Rubén, y da su nombre a una de las doce puertas de la Jerusalén futura (Ez. 48:6–7, 31).
En la época de la primera división del territorio, Rubén limitaba al este con los amonitas, al sur con el torrente Arnón (Nm. 21:24), al oeste con el mar Muerto y el Jordán (Jos. 13:23). La frontera septentrional partía del Jordán al sur de Betnimra, y llegaba a Hesbón (Jos. 13:17, 26; 21:37; Nm. 32:36; Jos. 13:27). En el interior de estos límites se hallaban: Aroer, sobre el valle del Arnón; la ciudad en medio del valle; toda la llanura de Medeba; Hesbón y las ciudades que dependían de ella, Dibón, Bamot-baal, Bet-baal-meón, Jahaza, Cademot, Mefaat, Quiriataim, Sibma, Zaret-sahar en el monte del valle, Bet-peor, las laderas del Pisga, Bet-jesimot; en suma, la parte meridional del reino amonita donde había reinado Sehón (Jos. 13:15–23). Las cuatro ciudades de Beser, Jaza, Cademot y Mefaat, junto con sus ejidos, fueron asignadas a los levitas descendientes de Merari (Jos. 21:7, 36, 37; 1 Cro. 6:63, 78, 79). Beser, la primera de estas ciudades, era además una ciudad de refugio (Jos. 20:8; 1 Cor. 6:78). Los rubenitas estaban expuestos a los ataques de los moabitas, sus vecinos inmediatos, y a los de los nómadas que se dedicaban al pillaje y que provenían del desierto, que podían penetrar en el territorio de Rubén por el este y el sur. Los rubenitas fueron principalmente un pueblo dedicado al pastoreo, poco adecuado para resistir la invasión de pueblos dedicados al pillaje, de modo que varias de sus ciudades cayeron en manos de > Moab mucho antes de que las tribus del oriente del Jordán fueran hechas cautivas por los asirios. Al comparar la lista dada aquí de las ciudades rubenitas con las que se nombran en Is. 15; 16; Jer. 48, y en la Piedra de Moab, se puede constatar que en la época de > Mesa, y de los profetas Isaías y Jeremías, el territorio de Rubén había quedado muy disminuido por las conquistas de los moabitas.