Sisac

Heb. 7895 Shishaq, שִׁישַׁק y Shushaq, שֻׁשַׁק, o Shoshaq, שׁוֹשַׁק; Sept. Súsakos, Σούσακος; Vulg. Sesac. Faraón de Egipto de origen libio, contemporáneo de > Salomón y > Jeroboam. Es el primer faraón llamado por su nombre en la Biblia. Era hijo de Sesonq el Viejo, de estirpe noble de la tribu de los mesúes, quien después de ser gobernador militar de Bubastis y tras la muerte de Psusennes II, se proclamó faraón, restableciendo hasta cierto punto el orden en Egipto, después de la decadencia de la dinastía tebana, de la familia de Ramsés. Fundó la XXII Dinastía líbica que duraría más de doscientos años. Su nombre egipcio era Sesonq, que Josefo da en forma griega como Súsakos, Σούσακος (Ant. 7, 5, 3; 8, 7, 8), el Sesonkhis, Σεσώγχις, de Manetón. En los cartuchos de los jeroglíficos aparece su título real. Reinó aprox. entre 946–924 a.C. en Tanis y Bubastis, adonde trasladó su capital, situada en el Delta oriental.
Cuando Jeroboam huyó de Palestina, fue recibido por Sisac, pero sin romper sus relaciones con Salomón (1 R. 11:40), ejemplo ilustrativo de la política de este faraón, consistente en debilitar los reinos vecinos. Tras la muerte de Salomón y posterior división del reino, Jeroboam abandonó su refugio egipcio y se hizo con el trono del reino del Norte. Sisac y sus aliados (númerosos mercenarios) aprovecharon la debilidad israelita para invadir el reino de Judá al frente de un inmenso ejército en una exhibición de fuerza. Capturaron sus ciudades fortificadas con poca o ninguna resistencia militar (2 Cro. 12). Jerusalén no fue destruida después de entregar a Sisac las riquezas acumuladas por el rey Salomón (1 R. 14:25, 26; 2 Cro. 12:2–9). Los estudiosos entienden que este pasaje es probablemente un extracto de los archivos del Templo que recogían el destino de las posesiones. Sisac hizo grabar esta incursión en un bajorrelieve de la puerta del gran templo de Amón en Karnak. En la lista de ciudades conquistadas, más de ciento veinte, aparecen las poblaciones de Gaza, Sharuhén, Arad de Beth-Yerhoam, la Gran Arad, Gezer, Bethorón, Gabaón, Kiriat Jearim, Dimona, Gabaa, Aialón, Samaraín, Mahanaim, Penuel, Siquem (capital del reino de Israel), Tirsa, Soco, Borim, Betsán, Taanac, Megiddo, Laqish y Sunem, entre muchas otras, pero no Jerusalén. Los estudiosos entienden que las tropas de Sisac no cargaron contra Jerusalén, aún cuando asediaron otras zonas a pocos kilómetros de distancia, como Gezer y Gabaa, porque la ciudad le hizo entrega de riquezas procedentes del Templo y de la casa del rey.
El objetivo de Sisac fueron las principales fortificaciones y proyectos de edificación de época salomónica. Las tropas del faraón fueron desde Aialón hasta Bethorón y Gabaón, y desde allí partieron hacia el nordeste hasta Samaraín, descendiendo al Valle del Jordán en Sucot. Aunque la campaña de Sisac se centralizó en el reino del Norte, también hubo bastantes zonas del Sur destruidas, como fue el caso de Tell Berseba. La ruta principal a Eziongeber en el Golfo de Áqaba, que iba desde Aroer hasta el actual Sede Boquer, protegida en tiempos de Salomón mediante la construcción de fortalezas o puestos fronterizos, también fue objeto de su campaña militar. Otros de los objetivos de Sisac fueron los asentamientos del Neguev, más de medio centenar de fortalezas construidas para proteger las rutas comerciales hacia el mar Rojo. La incursión de Sisac fue por tanto también una reconquista de rutas comerciales que habían estado durante años fuera del alcance egipcio.
Su campaña en Palestina se produjo en la segunda mitad de su reinado, probablemente porque durante sus primeros años de mandato precisó del tiempo necesario para afianzar su autoridad local en Egipto. No fue hasta su quinto año de reinado cuando Tebas le concedió títulos completamente faraónicos. Una vez tomado el mando de Tebas, Sisac colocó a su segundo hijo Iuput como sumo sacerdote de la ciudad. Igualmente puso a su hijo Nimlot como gobernador de Hierakleópolis y a su cuñado Shedsunefertum como sumo sacerdote de Menfis. Palestina no había sufrido campañas egipcias a gran escala desde la época de los ramésidas, y durante los primeros años de reinado de Sisac, Israel todavía mantenía una monarquía unida.
Sisac quiso estar a la altura castrense de sus antecesores más grandes, como Ramsés II y III, Tutmosis III, Seti I o Mernepath; la recuperación del control sobre la zona Siro-Palestina era prioritaria para volver a levantar a Egipto como antaño lo había sido. En torno a Sisac se respira una atmósfera de melancolía y a la vez cierto romanticismo sobre los grandes faraones de la XVIII y XIX Dinastía. La continuación de los trabajos en el templo de Karnak, la preservación y traslado de las momias de estos reyes al escondrijo de Deir El-Bahari, y su extraño cofre funerario para los vasos canopes al estilo de la XVIII y XIX Dinastía, no son más que una muestra de su deseo de llegar a ser como aquellos grandes monarcas.
La momia de Sisac no ha sido descubierta, tan solo contamos con unos pocos enseres que pertenecieron en vida a este faraón procedentes del ajuar funerario de su nieto Sisac II. Algunos de estos elementos, como un pectoral de oro y esmalte azul donde aparece representada la embarcación solar o un escarabeo de oro y una pulsera, podrían haberse fabricado con el oro saqueado durante la campaña de Palestina. Véase EGIPTO, JEROBOAM, ROBOAM.