NEGUEV

Heb. 5045 Negeb, נֶגֶב = «sur», o según Buxtorf, Parkhurst y Gesenius, «árido, seco». Región que comprende la parte más meridional de Palestina, por lo que su nombre pasó a designar corrientemente el sur en contraposición a los otros puntos cardinales. El Neguev actual comprende por el norte la vertiente meridional de los montes de Judá. Desde Beerseba hasta las cercanías de Cades se extiende una vasta planicie, o casi planicie, surcada por numerosos valles que convergen hacia el wadi Gazzah y el wadi el-Arís. Es un punto clave estratégico que une Asia y África. Su superficie es de unos 100 km. de longitud por 20 km. de anchura en fuerte pendiente desde la montaña hasta la fosa del Jordán. Los aluviones depositados en los valles constituyen la mayor parte de la superficie cultivable. Las lluvias son escasas, la mitad de la región no recibe actualmente más de unos 50 mm. anuales de precipitación, por tanto rara vez hay agua suficiente para la irrigación. En verano la temperatura es extremadamente alta y molesta la arena fina llevada por el viento; sin embargo, hay capas freáticas poco profundas que permitieron desde antiguo excavar algunos pozos y tener el agua indispensable para los hombres y el ganado. Esto proporcionó una rica agricultura especialmente entre el siglo IV a.C. y el II d.C. Por esta razón, aunque la zona es árida no se puede decir que fuese un desierto inhabitado, sino que tuvo colonias sedentarias en los días de Abraham y de los últimos reyes de Judá, además de en la época de los nabateos y de Bizancio, dedicadas al cultivo del suelo donde era posible, el cuidado de rebaños y el comercio. Hay evidencias arqueológicas de que a comienzos del II milenio a.C. el Neguev estaba bien poblado. Allí pastaban los rebaños de los patriarcas, a algunos kilómetros al sur de Hebrón (cf. Gn. 18:1 y 20:1; Nm. 13:22; Gn. 12:9).
La parte septentrional de la región fue asignada a las tribus de Judá y Simeón (Jos. 15:21–32; 19:1–9). Sus numerosas cuevas ocultaron al rey David perseguido por Saúl. Tenía yacimientos de cobre (también de turquesas). El control de esta industria explicaría las guerras entre Saúl y los edomitas, así como las victorias de David sobre estos (1 Sam. 14:47; 1 R. 11:15). Actualmente, se obtiene de allí sales minerales, yeso y gas natural. Se encuentran también yacimientos de cobre en el Arabá y al sur del mar Muerto.
Las localidades más importantes son las siguientes: > Cades-barnea (Gn. 20:1); > Beerseba (Jos. 15:28); > Siclag (Jos. 15:31) y > Arad (Nm. 21:1). Véase DESIERTO, GEOGRAFÍA DE LA BIBLIA.