BET-SÁN

BET-SÁN Lugar cuyo nombre aparece en la historia con variantes desde el siglo XV a.C. en adelante. En Jue 1:27 es una de las ciudades entregadas a Manasés. Según Jos 17:16, se hallaba en el valle de Jezreel. Según 1 S 31:10 era una ciudad filistea cerca del monte de Gilboa. Lo anterior hace pensar que se hallaba al sudeste del valle de Jezreel.
La historia de Bet-sán comienza cuando Tutmosis III la tomó después de la batalla de Meguido, ca. 1467 a.C. Siguieron tres siglos de dominio egipcio, durante los cuales se usó la ciudad como defensa contra los enemigos del norte.

Teatro del período romano, con el monte del antiguo Bet-sán (1 S 31:8–10) al fondo.

Al conquistar a Canaán los israelitas no expulsaron completamente a los habitantes de Bet-sán (Jue 1:27), quizás por los carros de hierro que aquellos poseían (Jos 17:11, 16). Los filisteos colgaron el cadáver de Saúl en los muros de Bet-sán (1 S 31:10, 12; 2 S 21:12). En el siglo X a.C., la ciudad formaba parte del reino de Salomón (1 R 4:12). Sisac I la saqueó ca. 926 a.C. (1 R 14:25).
Durante el período griego se llamaba Escitópolis, situada en el camino de Jerusalén a Damasco. En 107 a.C. Juan Hircano capturó la ciudad. Luego Pompeyo la tomó y la incorporó al Imperio Romano. En tiempos de Cristo figuraba entre las ciudades de la → DECÁPOLIS.