Ungüento

Traducción de varias palabras hebreas y griegas referidas a preparados a base de aceite y sustancias olorosas.
1. Heb. 4886 mishjah, מִשְׂחָה, o moshjah, מָשְׁחָה = «unción santa, perfume» (Ex. 30:25).
2. Heb. 7545 roqej, רֹקֵח = «ungüento aromático», de la raíz 7543 raqaj, רקח, «perfumar» (Ex. 30:25; 1 Cro. 9:30; Job 41:31).
3. Heb. 8081 shemen, שֶׁמֶן, prop. «aceite», y «aceite perfumado», y por ende, «ungüento» (2 R. 20:13; Sal. 133:2; Prov. 27:16; Ecl. 7:1; 9:8; 10:1; Cant. 1:3; 4:10; Is. 1:6; 39:2; 57:9; Am. 6:6), con el que en ocasiones festivas se ungía la cabeza (Sal. 133:2). En otros pasajes recibe el nombre de «óleo de alegría» (Sal. 45:7; Prov. 27:9, 16; Ec. 7:1; 9:8; Am. 6:6; cf. Heb. 1:9).
4. Gr. 3464 myron, μύρον = «ungüento» (Mt. 26:7, 12; Mc. 14:3, 4, 5; Lc. 7:37, 38, 46; 23:56; Jn. 11:2; 12:3, 5; Ap. 18:13), palabra derivada por los clásicos de myro, «fluir», o de myrra, «aceite de mirra». Con este ungüento María ungió al Señor, y su perfume llenó la casa (Jn. 12:3, 5); también fue usado por la mujer «pecadora», reparando así la falta del anfitrión de Jesús: «No ungiste mi cabeza con aceite, mas ésta ha ungido con perfume [myron, μύρον] mis pies» (Lc. 7:37, 38).
5. Gr. 5545 khrisma χρίσμα = «ungüento, unción». Se preparaba a base de aceite y hierbas aromáticas. En el NT se emplea solo en sentido metafórico; por metonimia, indica el Espíritu Santo (1 Jn. 2:20, 27).
El ünguento solía componerse básicamente de aceite de oliva, en ocasiones de almendra o de otras semillas. Se añadían materias aromáticas a base de flores, hojas, raíces u otro material que tuviese fragancia, tales como > canela, > jazmín, > menta, > nardo y > bálsamo. Los ingredientes se machacaban en un mortero. A veces se hervían después de mezclados o se efectuaba un proceso de destilación. El libro de Job hace referencia a la «olla de ungüentos» (merqajah; מֶרְקָחָה, Job 41:31). Esta operación estaba a cargo de los perfumistas (heb. mishjah, מִשְׂחָה, Ex. 30:25); una vez elaborado el perfume, se guardaba en frascos especiales, de los que se han encontrado gran cantidad en los yacimientos arqueológicos. La mayoría son pequeños, hechos de vidrio, piedra, hueso, marfil y otros materiales. También se han encontrado los instrumentos que servían para mezclar los componentes de los ungüentos, tales como pequeños recipientes con una depresión en el centro, morteros de piedra, espátulas para hacer la mezcla, etc. En un principio, parece que los encargados de preparar la mezcla de las especias aromáticas eran algunos de los hijos de los sacerdotes (1 Cro. 9:30).
Los varones israelitas acostumbraban frotarse la piel con aceite o ungüentos. También se ponían aceite en los cabellos y la barba (Sal. 133:2). Las mujeres utilizaban diferentes preparativos para hermosear el pelo, las cejas, la cara, los labios. También se ungían todo el cuerpo y cuidaban de sus uñas. También se usaba el aceite para ungir el cuerpo. Noemí aconsejó a Rut, como parte esencial de la seducción de Booz, lavarse y ungirse con sus mejores ungüentos (Rut 3:3).
A veces se llegaron a utilizar aceites animales que se mezclaban con alcohol para hacerlos más finos y evaporables. El ungüento para la unción de los sacerdotes tenía que ser de una calidad superior (Ex. 30:25). Véase ACEITE, COSMÉTICA, PERFUME, UNCIÓN.