Remanente

Parte de una comunidad que sobrevive después de una gran destrucción, y que, a su vez, forma el núcleo de la posible nueva comunidad. Especialmente en sentido teológico, la palabra está cargada de significado. Se emplea para contrastar la misericordia de Dios con su castigo, porque el remanente es señal de la ira y a la vez de la gracia divina (Is 7:3; 10:20s; 28:5). El remanente, una vez que experimenta la salvación, reconoce que no es por sí mismo que ha sido rescatado, sino para bien de otros.
La historia de la salvación hasta la muerte de Jesucristo corre en un sentido de reducción progresiva: humanidad, pueblo de Israel, remanente de Israel, Jesucristo. Pero con la resurrección, el remanente tiende rápidamente a la multiplicación y a la extensión geográfica. Pablo formula la teología de este doble movimiento (Ro 9–11; Gl 3:6–4:7) para mostrar que Cristo es el remanente por excelencia.