Rodilla

Heb. 1290 bérekh, בֶּרֶךְ = «rodilla»; gr. 1119 gony, γόνυ = «rodilla»; Vulg genu. Articulación entre el muslo y la pierna. En las Escrituras se menciona en numerosas expresiones gráficas: Dar a luz sobre las rodillas de otra mujer significaba entregarle el hijo como si fuera de ella (Gn. 30:3); criar a los hijos sobre las rodillas denota una atención especial y llena de afecto y cuidado (Gn. 50:23); las rodillas vacilantes o endebles denotan el debilitamiento causado por la angustia y el temor (Job 4:4; Sal. 109:24; Is. 35:3; Ez. 7:17; 21:7; Dn. 5:6; Nah. 2:10; Heb. 12:12). Es en este contexto que cobra significado la exhortación fraternal: «fortaleced las manos debilitadas y las rodillas paralizadas» (Heb. 12:12).
El gesto de los guerreros de Gedeón que doblaron la rodilla para beber agua no parece ser otra cosa que un signo para rechazar a los menos aguerridos para la batalla (Jue. 7:5).
Doblar la rodilla indica sometimiento y reconocimiento de autoridad (Gn. 41:43; 1 R. 19:18; 2 R. 1:13; Is. 45:23; Mc. 1:40). Toda rodilla se doblará ante Dios (Ro. 14:11) y ante el Señor Jesús cuando se manifieste en gloria (Fil. 2:10). De rodillas ora el cristiano en súplica y acción de gracias (Hch. 9:40; 20:36; 21:5; Ef. 3:14).