Minería

En el heb. del AT no hay ningún término para las «minas», pero el arte de la minería no era desconocido en Israel. Las montañas de Palestina contenían metales, y el deuteronomista describe la tierra de Canaán como «tierra cuyas piedras son de hierro y de cuyas montañas extraerás cobre» (Dt. 8:9). La industría de la minería no parece que fuera explotada hasta el tiempo de la monarquía. A lo largo del Wâdi Arabá, que llega hasta el golfo de Áqaba, han sido descubiertos depósitos de hierro y cobre. Los enormes montones de escoria dan testimonio del volumen de las operaciones mineras.
El libro de Job describe de una manera gráfica la extracción de oro, plata, hierro, cobre y su posterior fundición: «Ciertamente la plata tiene su mina, y el oro un lugar donde lo refinan; el hierro se extrae del polvo, y el cobre es fundido de la piedra. El hombre pone fin a la oscuridad, y examina en los lugares más recónditos las piedras de la oscuridad y de las tinieblas. Abre socavones en las minas, lejos de las poblaciones, olvidados por el pie del ser humano; allí se descuelgan y se balancean. La tierra, de la cual proviene el pan, pero cuyo interior se transforma como con fuego, es el lugar cuyas piedras son de zafiro y cuyo polvo es de oro. Es una senda que el ave de rapiña no conoce, ni jamás ha mirado el ojo del halcón. Nunca la han pisoteado fieras arrogantes, ni por ella caminó el león. El hombre extiende su mano hacia el pedernal, y trastorna de raíz las montañas. Abre canales en las rocas, y sus ojos ven todo lo preciado. Detiene los ríos en sus fuentes, y hace que lo secreto salga a la luz» (Job 28:1–11).
Los egipcios explotaban los minerales ya en época muy temprana. Bajo la IV Dinastía descubrieron cobre en el Wâdi Maghârah, en el Sinaí, y comenzaron los trabajos de extracción y fundición, que continuaron a lo largo de muchos años. Explotaron también los yacimientos de turquesas de Serabit el-Khadem, en la península del Sinaí, a unos 80 km. del monte Sinaí tradicional. Criminales, prisioneros de guerra y esclavos, frecuentemente encadenados, trabajaban bajo el látigo de los capataces. Las minas tenían grandes orificios y profundos pozos. Las bóvedas de las galerías eran sostenidas mediante columnas talladas en piedra y con armazones de madera de acacia. En 1 Mac. 8:3 se mencionan las minas de oro y plata de España.
Los israelitas conocían la técnica de perforación de pozos y galerías (p.ej., perforaron el túnel de la Fuente de la Virgen al estanque de Siloé). Ezión-geber, base naval bajo el reinado de Salomón y también bajo Josafat, fue en el primero un centro de fundición, forja y transformación de productos semiacabados o acabados de los minerales extraídos de las minas de hierro y cobre del Arabá. Véase FUNDICIÓN, METAL, METALURGIA.