MATRONITA

Madre de la humanidad en un sentido místico, como la > Shekinah, según la literatura talmúdica, intermediaria entre Dios y los hombres. La diosa hija en la literatura cabalística.
1. Orígenes.
2. Descripción.
I. ORÍGENES. De la misma forma que la Shekinah, algunos autores como Raphael Patai, señalan que sus orígenes son las diosas mesopotámicas, como la cananea Anath, la sumeria Inanna o la acadia Ishtar, que comparten sus mismas cualidades y características. En el caso de la Shekinah, que surge de la literatura talmúdica, la Matronita tiene su origen en la > Cábala en la última parte del siglo XIII, en el mismo Sépher hazzohar, o Libro del esplendor.
Simboliza todo aquello que lo femenino debe significa para un hombre. Por eso es esposa, hija y hermana.
Los nombres que se le conceden son: hermana, hija, Malkut (nombre de la última Sephirah, que se traduce como «reino»), y «Perla» porque es una piedra preciosa. Joseph Gikatilla explica que en la época de Abraham su nombre era Sarah, en los días de Isaac, Rebeca.
II. DESCRIPCIÓN. «Vaquilla roja, impoluta, sin culpa, que nunca yaceremos su yugo” (Zohar II, 50b). “Nadie, ni Satán ni el Destructor, ni el Ángel de la muerte” podrán vencerla. Pero al igual que la Shekinah su color es negro tal y como dice el Zohar: “A la hora cuando la Matronita se adorna y desea acercarse a su Marido, y dice a sus huéspedes: “Soy negra de un lado hasta lo más abajo, y atractiva desde la terminación del otro lado hasta arriba”.
Ella prepara un recinto de unión con el Rey, que tiene la misma apariencia que el primer Templo de Jerusalén. Siguiendo la misma lógica que la Shekinah, su padre será su consorte. Dentro de los parámetros morales de la mística no saldría de una rígida y justa postura moral, ya que las leyes que se aplican a los hombres no son las mismas que se aplican a Dios ni a los seres celestiales. En el caso de la Matronita, se desposó primero con Jacob, una unión que solo implicó lo espiritual, ya que Jacob era polígamo y esta unión no se consumó hasta su muerte. En una segunda unión, con Moisés. En ese caso, el profeta dejó a su esposa Séfora para poder dedicarse por completo espiritual y físicamente a la Matronita. A su muerte, el Zohar relata como la Matronita lleva sobre sus alas a Moisés hasta su lugar de descanso en el monte Nebo (actual Jordania).
Su nacimiento mítico es similar al del Adam Kadmón, primer hombre, anterior a Adán. El Rey y ella estaban unidos por la espalda y esta separación se restituirá únicamente con su unión marital. Su unión se podrá considerar un hierós gamos. Su relación se desarrolla entre peleas, separaciones, distanciamientos, encuentros tempestuosos que siguen la cadencia y el devenir del pueblo de Israel, y su unión se lleva a cabo una vez a la semana en el Shabbat.
La unión sexual entre el Rey y la Matronita, llamada por los cabalistas Yihud, «unicidad», está descrita en el Zohar con múltiples metáforas: el fluido seminal del Rey se indica como el río, mientras la Matronita es el mar; el órgano sexual masculino se nombra como el «signo del pacto» como sucede con todos los hombres en el Berith Milah o «pacto por la circuncisión», cuando se circuncida a los bebés incorporándolos en la comunidad tal como se indica en Génesis 17:10. El manuscrito que describe la cópula celestial de forma más gráfica es el Sépher Tashaq, escrito en el siglo XIV d.C.
Como las diosas mesopotámicas, tiene el aspecto maternal de cuidado de los hijos de Israel y el guerrero. En su lucha contra los paganos, la Matronita encabeza miríadas de soldados sobrenaturales tomando revancha de las naciones que se rinden a la idolatría, soldados con seis caras y seis alas con espadas flameantes tal y como fueron los ejércitos que arrasaron Egipto, tal y como se describe en los días del Éxodo, gestionando las fuerzas que Dios ha delegado en ella. En esta batalla, cuando Sísara atacó a los hijos de Israel, la Matronita condujo los carros enemigos dentro del mar de los Juncos (Zohar II, 51 a-b). Véase CÁBALA, SHEKINAH.