Perea

(en griego, tierra de más allá [del Jordán]). Término que Josefo usa para referirse a la región llamada en el Nuevo Testamento «al otro lado del Jordán» (Mt 4:15, 25; 19:1; Mc 3:8; 10:1; Jn 1:28; 3:26; 10:40). Era una franja de tierra de unos 16 km o más de ancho que se extendía desde el río → Arnón, en el sur, hasta un punto en el norte, un poco al sur del Jarmuk. Antes de la época macabea, Perea estaba habitada principalmente por gentiles, pero los macabeos la judaizaron paulatinamente. Su capital era → Gadara.
Perea formó parte del reino de Herodes el Grande y, después de la muerte de este en 4 a.C., del de Herodes Antipas, su hijo. Juan bautizaba (Jn 1:28), y a menudo Jesús ministraba y enseñaba en Perea (Mc 3:8; 10:1). De allí partió el Señor en su último viaje a Jerusalén (Jn 10:40; 11:54).