Manto

Son varios los términos utilizados en heb. para referise a esta vestimenta y prenda de abrigo, según su función y calidad.
Heb. 155 addereth, אַדֶּרֶת, vestido amplio, «manto», de 117 addir, אַדִּיר = «ancho», prob. semejante al pallium romano. La Sept. traduce por meloté, μηλωτή, «manto de piel de oveja» (1 R. 19:13, etc.); derrhís, δεῤῥίς (Zac. 13:4) y dorá, δορά (Gn. 25:25). Era frecuentemente usado por reyes, prob. como un resto arcaico de los «reyes pastores». También lo vestía el profeta Elías (1 R. 19; 2 R. 2:8, 13, etc.), que con toda probabilidad se trataba de una piel de oveja; a partir de él, fue llevada por otros profetas y por quienes tenían la intensión de hacerse pasar por tales (Zac. 13:4). Por lo general, era la indumentaria propia de los pobres, en especial los pastores (Josefo, Guerras, 1, 24, 3). En su calidad de atuendo profético fue llevado por Juan el Bautista (Mt. 3:4). Según el autor de la carta a los Hebreos, los héroes de la fe «anduvieron de un lado para otro cubiertos de pieles de ovejas y de cabras; pobres, angustiados, maltratados» (en melotaîs, en aigeíois dérmasin, ἐν μηλωταῖς, ἐν αἰγείοις δέρμασιν, Heb. 11:37).
Por otra parte, la misma palabra addereth se aplica a mantos reales, como el del rey de Nínive (Jon. 3:6) y túnicas espléndidas y costosas (Jos. 7:21; Ez. 17:8). La razón de dos significados tan opuestos se encuentra sin duda en la etimología mencionada del término: addir, אַדִּיר = «ancho, amplio», aplicado a mantos grandes que podían ser de material costoso o pobre.
Heb. 4598 meíl, מְעִיל = «manto, túnica [superior y externa]», derivado de maal, מעל = «cubrir»; Sept. ependytes, ἐπενδύτης, diploís, διπλοΐς, hypodytes, ὑποδύτης, poderes, ποδήρης, khitón, χιτών. Frecuentemente se aplica a la túnica del efod (Ex. 28:4, etc.; Lv. 8:7), descrita en términos espléndidos, por sus colores y adornos. Estaba confeccionada de algodón y con una abertura en la parte superior y en los costados, para introducir la cabeza y los brazos (Josefo, Ant. 3, 7, 4). Se trata de una prenda sacerdotal (1 Sam. 2:19; 15:27; 28:14), llevada también por príncipes y reyes (Saúl, 1 Sam. 24:4; David, 1 Cro. 15:27), y personajes ricos (Esd. 9:3–5; Job y sus amigos, 1:20; 2:12), así como hasta por las hijas del rey (2 Sam. 13:18).
Heb. 8063 semikhah, שְׂמִיכָה, prenda grande de lana usada como manto que servía de manta para cubrirse por la noche. Solo se menciona en el episodio de la huida de > Sísara, recibido por > Jael en su tienda, que lo ocultó bajo una semikhah (Jue. 4:17–19); Sept. epibólaion, ἐπιβόλαιον. En la antigüedad era común emplear los mantos como cubierta para dormir.
Heb. 4304 mitphájath, מִטְפַחַת, «velo, manto», solo aparece en Is. 3:22. Se trata de una prenda femenina. El gr. 5511 khlamýs, χλαμύς, de Mt. 27:28, con que los soldados cubrieron a Jesús para escarnio en el pretorio de Pilatos, se trataba de un manto corto que era llevado sobre la túnica por emperadores, reyes, magistrados, oficiales del ejército, etc. Los soldados se lo pusieron al Señor Jesús como burla de su regia condición.
El 5341 phelones, φελόνης o «capote», al que Pablo hace referencia en 2 Tim. 4:13, parece tratarse de la penula romana, una especie de manto de viaje para protegerse de la lluvia y de la humedad. El 2440 himation, ἱμάτιον, diminutivo de heîma, «vestido», se refiere especialmente a una capa o manto exterior (cf. Mt. 9:20, 21; 14:36; 21:7, 8; 23:5; etc.). Véase CAPA, TÚNICA, VESTUARIO.