Lana

Pelo de las ovejas, que se empleaba para hilar y tejer. Heb. 1492 gazzah, גָּזָּה = «vellón», mientras que el material de que está compuesto se llama 6785 tsémer, צֶמֶר = «lana», de donde «vellón de lana», gizzath hatstsémer, גִזַּת הַצֶּמֶר (Juec. 6:37); gr. 2053 erion, ἔριον (Heb. 9:19; Ap. 1:15).
La lana fue utilizada por los hebreos desde tiempos antiguos como material generalizado para sus vestiduras (Lv. 13:47; Dt. 22:11; Job 31:20; Prov. 31:13; Ez. 34:3; Os. 2:5). Su importancia se aprecia en el dato respecto al tributo del rey Mesa pagado en lana (2 R. 3:4), así como el hecho de que formara parte de las primicias ofrecidas a los sacerdotes (Dt. 18:4). La Ley prohibía hacer uniones antinaturales en todos los aspectos de la vida cotidiana, ya fuera respecto a los animales domésticos o el material de confección de un vestido: «No harás copular dos animales de especies diferentes. No sembrarás tu campo con una mezcla de dos clases de semillas. Tampoco te pondrás un vestido tejido con hilos de dos materiales distintos [shaatnez, שַׁעַטְנֵז]» (Lv. 19:19), concretamente «con mezcla de lana y lino» (Dt. 22:11).
En el lenguaje figurado de algunos textos (Is. 1:18; Dan. 7:9; Ap. 1:14), la lana blanca representa el estado resultante de la eliminación del pecado del pueblo por parte de Yahvé, comparada a la nieve (Sal. 147:16). Véase LINO.