Magistrado.

Traducción de diferentes términos heb. y gr., que tienen un significado más amplio.
1. Raíz heb. 8199 shaphat, שׁפט, que significa a la vez dominar, gobernar y juzgar; shephot, שְׁפוֹט, plural shophetim, שׁוֹפְטִים= «jueces, gobernantes»; este doble sentido del vocablo heb. aparece ya en los antiguos textos cananeos, donde tpt se halla en paralelismo con zbl = «príncipe» y dn = «juzgar»; se mantiene igualmente en el título de los magistrados de Tiro y Cartago, denominados «sufetes»; gr. 758 arkhon, ἄρχων, «gobernante», en Lc. 12:58 indica una autoridad local, un magistrado competente para recibir quejas, y con una autoridad superior a la de juez, a quien el magistrado remite el caso. Por lo gral. se traduce «gobernante», y también «príncipe» (Mt. 20:25; Hch. 4:26; Ro. 13:3; 1 Cor. 2:6, 8); el mismo vocablo se aplica a Jesús el Mesías, «soberano de los reyes de la tierra» (Ap. 1:5); a Moisés (Hch. 7:27, 35); a los magistrados de cualquier clase, como el sumo sacerdote (Hch. 23:5); o incluso al presidente de la sinagoga (Lc. 8:41; Mt. 9:18, 23; Mc. 5:22) y a los miembros del Sanedrín (Lc. 14:1; 18:18; 23:13, 35; 24:20; Jn. 3:1; 7:26, 48; 12:42; Hch. 3:17; 4:5, 8; 13:27; 14:5). También se utiliza respecto a Satanás, en cuanto príncipe y gobernador de los ángeles caídos (Mt. 9:34; 12:24; Mc. 3:22; Lc. 11:15; Jn. 12:31; 14:30; 16:11; Ef. 2:2).
Otro término gr. relacionado con arkhon es 746 arkhé, ἀρχή, «poder, dominio», traducido «magistrados» en Lc. 12:11. El término 4755 strategós, στρατηγός, además de su aplicación al jefe de la guardia del Templo, significa magistrado o gobernador (Hch. 16:20, 22, 35, 36, 38), pero con un connotación militar. Estos magistrados eran, en la terminología latina, los duumviri o praetores, así llamados en las colonias romanas. Eran asistidos por los lictores o > «alguaciles», que ejecutaban sus órdenes.
Moisés, David y Esdras establecieron magistrados y jueces en Israel para que ejercieran la autoridad civil y judicial (Dt. 16:18; 1 Cro. 23:4; Esd. 7:25). Jesús previene a sus discípulos que serán llevados ante los magistrados, y les otorga una promesa especial (Lc. 12:11, 12), con lo que daba a entender el conflicto socio-religioso suscitado por la predicación del Evangelio, religiosa en su naturaleza, pero con implicaciones políticas, cuya repercusión obligaba a los magistrados a intervenir, especialmente durante los primeros siglos de persecución que hubo de atravesar la naciente Iglesia. Lucas, con su habitual precisión, especifica que los magistrados de Filipos eran «arkhontes» (Hch. 16:19), los de Tesalónica «politarcas» (Hch. 17:6, 8), título típicamente macedonio que estaba en uso en esta y alguna otra ciudad; en Éfeso, el término exacto para designar a los magistrados era el de «asiarcas» (Hch. 19:31). Véase CAPITÁN, ETNARCA, GOBERNADOR, JUEZ, MAYORDOMO, PRÍNCIPE, PROCÓNSUL, SOBERANO.