Mantequilla

Alimento hecho de leche batida. Abraham ofreció mantequilla y leche y el becerro recién cocinado a los tres visitantes celestiales (Gn 18:8). En algunas referencias, «mantequilla» se traduce «cuajada de vacas» (Dt 32:14 BJ), «manteca» (2 S 17:29 RV) y «crema» (Jue 5:25 RV).
La mantequilla se preparaba llenando de leche (sin desnatar) una piel de cabra y se batía hasta que la leche se espesara (Pr 30:33). La leche usada se extraía de camella, vaca, cabra u oveja. Luego se colocaba la piel entre dos palos y se presionaba de un lado al otro hasta que la mantequilla quedaba lista.
Heb. 2529 jemeah, חֶמְאָה; Sept. bútyron, βούτυρον; Vulg. butyrum.
La palabra heb. no significa mantequilla, sino «leche cuajada» (Gn. 18:8; Dt. 32:14; Prov. 30:30; Is. 7:15, 22), de la raíz obsoleta jamah, חמה, «volverse denso», referida a la leche para diferenciarla de la fresca, recién ordeñada.
Los pastores israelitas debieron de conocer la mantequilla con el queso y el requesón, aun cuando los textos no distinguen entre una y otros. Todavía en la Palestina de nuestros días se llena con leche un odre hecho con la piel de un buey joven o de una cabra; las mujeres agitan mucho tiempo este recipiente, y después lo vacían, haciendo hervir o fundir el líquido, echándolo después en odres hechos también de pieles de carneros, lo que le da un sabor rancio. En invierno, la consistencia de este producto es como la de la miel asentada; en verano, como la del aceite.
Miel y mantequilla, o miel y requesón, se considera entre las producciones más ricas de la tierra (Is. 7:15); y los árabes todavía tienen la crema o mantequilla fresca mezclada con miel como una vianda exquisita.