MARÍA, Madre de Juan Marcos

Gr. María he méter Ioannu tu epikalumenu Marku, Μαρία ἡ μήτηρ Ἰωάννου τοῦ ἐπικαλουμένου Μάρκου = «María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos» (Hch. 12:12).
Los discípulos se reunieron en casa de esta mujer cristiana para orar por la liberación de Pedro, encarcelado por Herodes Agripa. El Apóstol, liberado por un ángel, se dirigió de inmediato a casa de ella (Hch. 12:12). El hijo de esta María fue el autor del segundo Evangelio. Debía gozar de buena posición, y es de suponer que su casa era uno de los principales lugares de reunión de los cristianos de Jerusalén. Según Col. 4:10, Marcos era sobrino de Bernabé. Se desconoce si este parentesco era paterno o materno. También se desconoce quién era el marido de esta María. Lo cierto es que, mientras Bernabé se deshizo de un campo y entregó el monto de su venta al tesoro común de la Iglesia, María cedía su casa como centro de reuniones. El hecho de que Pedro se dirigiera a aquel lugar concreto al ser liberado de la prisión, indica que había entre él y la familia de María cierta amistad (Hch. 12:12), lo que se confirma cuando el Apóstol designa a Marcos con el apelativo de «mi hijo» (1 Pd. 5:13). Si María era hermana de Bernabé o estaba emparentada con él de forma directa, ello implicaba su descendencia de la tribu de Leví y su vinculación con la isla de Chipre (Hch. 4:36). Que Marcos se embarcara con Pablo y Bernabé en la misión apostólica podría explicarse como un intento de ayudar a su madre en un momento en que la Iglesia de Jerusalén pasaba por persecuciones y hambruna. Una tradición posterior pretende que la casa de María habría estado ubicada sobre la cima de la colina de Sión, y afirma que allí tuvo lugar el derramamiento del Espíritu Santo sobre los discípulos el día de Pentecostés. Habría escapado de la destrucción de Jerusalén llevada a cabo por Tito en el año 70 y en el siglo IV aún se empleaba como iglesia (Epifanio, De Pond. et Mens., 14; Cirilo de Jerusalén, Catecismo, 16).