PINTURA, PINTAR

Heb. 7914 sekkiyah, שְׂכִּיָה = «pintura» en cuanto objeto, traducido como «pinturas preciadas» y «barcos lujosos»; esta palabra denota la bandera de un barco divisada desde lejos, tal como se ve por el contexto de Is. 2:16, que es el único lugar donde aparece; 4886 mashaj, משׁח = raíz prim «frotar con aceite», es decir, «ungir» (cf. Gn. 31:13; Dan. 9:24), por impl. «pintar, untar», usada en Jer. 22:14 respecto a una casa espaciosa pintada de bermellón; 3583 kajal, כחל = «pintar», tiene que ver con el embellecimiento de los ojos (Ez. 23:40), para el cual también existe la palabra 6320 puekh, פּוֵּךְ, de etimología incierta, según algunos afín al sánscrito pig, lat. pingo, fingo, «teñir, pintar los ojos», gral. con antimonio (2 R. 9:30; Jer. 4:30).
Pintarse los ojos con vistas a engrandecerlos es una costumbre antiquísima testimoniada en las inscripciones egipcias y asirias, pero entre los hebreos suele asociarse con la mujeres de mala vida (2 R. 9:30; Jer. 4:30; Ezq. 23:40; cf. Josefo, Guerras, 4, 9, 10). A ellas se alude en Prov. 6:24–25: «Te guardarán de la mala mujer, de la suavidad de lengua de la extraña. En tu corazón no codicies su hermosura, ni te prenda ella con sus ojos» (cf. Is. 3:16).
El cuanto al uso de la pintura en las casas, la mayor aproximación que se conoce en el antiguo Egipto de lo que ahora recibe el nombre de «pinturas», la constituyen las representaciones coloreadas hechas en los muros de templos y tumbas. Los muros de Babilonia estaban adornados con pinturas sobre ladrillos esmaltados, a lo queparece hacerse alusión en Ez. 23:14.