Polilla

Heb. 6211 ash, עָשׁ = «polilla», que destroza los vestidos (Job 4:19; 13:28; 27:18; Sal. 39:11; Is. 1:9; 51:8; Os. 5:12); sas, סָס (Is. 51:8); Sept. y NT 4597 ses, σής = «polilla de la ropa» (Mt. 6:19, 20; Lc. 12:33); Vulg. tinea = «polilla de los tejidos», de la que existen diversas especies.
Insecto que se convierte en mariposa nocturna, dañina y destructora en su estado de larva. «Quebrantados por la polilla» (Job 4:19) parece aludir al hecho de que los materiales de lana, atacados por las larvas de las polillas, se vuelven tan frágiles que un solo toque los destruye. La extraña expresión «edificó su casa como la polilla» (Job 27:18) alude a la frágil cubierta que una larva de polilla fabrica con el material que consume.
Hablando de los ricos, Santiago dice que sus riquezas se han podrido, y sus ropas están comidas de polilla (Stg. 5:2), gr. setóbrotos, σητόβρωτος, de ses, «polilla», y bibrosko, «comer».
Por su carácter dañino, la polilla adquirió un sentido simbólico de ruina y destrucción (Sal. 39:11; Is. 1:9; 51:8; Os. 5:12). Job se lamenta de que la vida se consume rápidamente como el vestido que roe la polilla (Job 13:28). Jesús anima a hacer tesoros en los cielos, porque allí ni la polilla ni el orín corrompen (Mt. 6:20)