FUNDAMENTO

FUNDAMENTO Vocablo que en sentido literal se refiere a los cimientos del templo de Salomón (1 R 5:17) o el de Zorobabel (Esd 3:6ss), y que metafóricamente designa los cimientos de los cielos (2 S 22:8) y sobre todo de la tierra (Sal 104:5; Is 51:16; → FUNDACIÓN). Cuando Dios se indigna frente a sus enemigos (2 S 22:8, 16), o en el juicio (Is 24:18), hasta los fundamentos (cimientos) de los cielos y la tierra se estremecen.
En sentido figurado el fundamento del trono de Dios (su reino) es la justicia y el juicio (Sal 89:14; 97:2); por eso la persona justa que tiene una vida fundamentada en Dios permanece para siempre, mientras que el malo pasará (Pr 10:25; cf. Job 22:16). Isaías declara que Dios ya ha puesto «en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable» (Is 28:16), palabras que el Nuevo Testamento refiere a Jesús (Ro 9:33; 1 P 2:6).
En el Nuevo Testamento «fundamento» se usa poco en sentido literal (Lc 6:48s; 14:29; Ap 21:14, 19); el uso notable es más bien el figurado. Se refiere a: (1) el comienzo rudimentario de un trabajo de evangelización (Ro 15:20), o el establecimiento de una congregación (1 Co 3:10); (2) la enseñanza básica de las doctrinas principales (Heb 6:1ss); (3) el verdadero tesoro que los ricos deben anhelar y que no consiste en los bienes materiales (1 Ti 6:19); y (4) a Jesús como fundamento de la Iglesia y base verdadera de la salvación (1 Co 3:11; cf. Ef 2:20). Este último punto está respaldado por la perícopa de los dos cimientos (Mt 7:24–27; Lc 6:47–49), donde las palabras de Jesús, oídas y obedecidas, forman el fundamento firme de la vida cristiana. Las palabras de 2 Ti 2:19 resumen la esencia del significado de «fundamento».