FILADELFIA

FILADELFIA Ciudad de Asia Menor fundada (siglo II a.C.) por Eumenes, rey de Pérgamo, quien le dio el nombre de Filadelfia (amor fraternal), sobrenombre de su hermano Átalo. Estaba situada en un extremo del ancho valle del río Cogamis (tributario del Hermo), que desemboca en el mar cerca de Esmirna, en el umbral de una meseta muy fértil, fuente de mucha prosperidad. Los emperadores romanos querían que los filadelfos civilizaran a los autóctonos del interior de Lidia (cf. Ap 3:8; «puerta abierta»). La región era sacudida por frecuentes terremotos; el más violento (17 d.C.) destruyó a Filadelfia y, como las convulsiones sísmicas no cesaban, los habitantes se trasladaron a las afueras de Filadelfia a vivir en tiendas de campaña (cf. Ap 3:12, «nunca más saldrá»). Después de recibir una contribución imperial para la reconstrucción, la ciudad recibió el nombre de Neocesarea; y luego, bajo el emperador Vespasiano, tomó el de Flavia (cf. Ap 3:8, 12; «el nombre»). Tan numerosos eran sus festivales religiosos que la ciudad se apodó «Atenitas». Existía una comunidad de judíos que según Apocalipsis se opuso a los cristianos (cf. Ap 3:9, «sinagoga de Satanás»). Para el origen de la iglesia en Filadelfia, véase Hch 19:10. Filadelfia recibió la sexta de las siete cartas de Apocalipsis 2 y 3, una de las dos que elogian sin reservas a sus destinatarios. Mantuvo heroicamente su testimonio en medio de varios asedios musulmanes, pero al fin cayó en 1391.