ESMIRNA

ESMIRNA Ciudad grande en la costa occidental de Asia Menor (hoy Izmir). Destruida ca. 600 a.C., quedó casi desierta hasta ca. 280 a.C. (cf. Ap 2:8 «estuvo muerto y vivió»); su alianza con Roma era conocida por siglos, de manera que la convirtieron en la sede del culto al emperador (cf. Ap 2:10, la breve persecución por venir). Bella y famosa, ostentaba un semicírculo de edificios públicos llamado «la Corona de Esmirna» (cf. Ap 2:10). Prosperó notablemente en su comercio (contrástese la pobreza material de la iglesia allí, Ap 2:9). Contó con una colonia grande y agresiva de judíos, cuya hostilidad contra los cristianos les ganó el apodo «sinagoga de Satanás».


El evangelio llegó pronto a Esmirna, presuntamente de Éfeso (Hch 19:10). «El ángel» de su iglesia recibió la segunda de las siete cartas de Ap 2 y 3; una de las dos que elogian sin reservas a sus destinatarios. En efecto, la fidelidad (Ap 2:10) y el valor abundaron en esta iglesia. Cuando Ignacio de Antioquía iba preso a Roma para el martirio ca. 115 d.C., escribió en Esmirna cuatro de sus siete cartas. Dos se dirigieron a esta congregación y a su obispo Policarpo. A los 86 años de edad, ca. 156, quemaron vivo a Policarpo porque se negó a blasfemar de Cristo.

 

La moderna ciudad de Izmir, Turquía, ocupa el lugar de la bíblica Esmirna. El cuadrado excavado en el centro es la plaza romana de tiempos neotestamentarios.