Moriah

(Jehová provee). Nombre de dos lugares en el Antiguo Testamento.
1. Lugar en que Abraham había de ofrecer a su hijo Isaac (Gn 22:2).
2. Monte en el que Salomón edificó el templo de Jerusalén (2 Cr 3:1), y donde David intercedió por su pueblo junto a la era de Arauna (2 S 24:16–25; 1 Cr 21:15–26).
Tradicionalmente se han identificado los dos sitios. Pero algunos eruditos han objetado, en relación con el sacrificio de Isaac, que Jerusalén no estaba lo suficientemente lejos de la región de los filisteos (donde vivía Abraham) como para precisar tres días de camino (Gn 22:3, 4). Sin embargo, la distancia desde el sur de Filistea hasta Jerusalén es como de 75 km, lo cual bien puede necesitar tres días de viaje. Además, el lugar mencionado en Génesis no es el monte Moriah, sino la «tierra de Moriah», en la que había varios montes. Probablemente el nombre se usaba también para referirse al monte en particular, y en una forma más amplia, a la región en general.