Lunático

Gr. 4583 seleniázomai, σεληνιάζομαι, de selene = «luna». Originalmente denotaba la persona que sufría trastornos debidos a luz o los cambios de la luna, semejante a la sintomatología de la epilepsia: crisis periódicas agudas, pérdida de la consciencia, convulsiones. Se creía que la luz y las fases de la luna influían y agravaban esta enfermedad. En el NT se atribuye a la influencia de demonios o malos espíritus (Mt. 4:24; 17:15). En la enumerción de Mt. 4:24, los «lunáticos» son diferenciados de los «endemoniados», pero en Mt. 17:15, el mismo nombre es aplicado a un joven expresamente declarado como poseído, y cuyos síntomas hacen pensar en la epilepsia (cf. Mc. 9:14ss). Es evidente, por lo tanto, que la misma palabra se refiere a alguna forma de enfermedad que afectaba tanto al cuerpo como a la mente, que podía ser una señal de posesión o no. Quizá la distinción en un caso se deba a la periodicidad o intervalos de lucidez, en contraste con la demencia continua del poseso. Véase LOCO.
LUNETA