MULA, MULO

Heb. 6505 péred, פֵּרֶד; 6506 fem. pirdah, פִּרְדָּה, de parad, פרד = «apartar, separar», aplicado al mulo por sus hábitos solitarios.
Animal cuadrúpedo, fruto del cruce entre un asno y una yegua o entre un caballo y una asna. A los israelitas les estaba prohibido hacer estas hibridaciones o mezclas (Lv. 19:19), pero no se les impedía su uso, que a menudo eran importadas. Las mulas, criadas en Armenia, eran llevadas a Tiro (Ez. 27:14). El AT no menciona la mula antes de la época de David, bajo cuyo reinado se hizo muy común. Servían de montura por su rapidez y de bestia de carga por su fuerza (2 Sam. 13:29; 2 R. 5:17; 1 Cro. 12:40). Tener una mula era símbolo de cierto rango. David ordenó que se paseara a Salomón sobre la suya el día de su coronación (1 R. 1:33–38). Príncipes y reyes montaban sobre mulos (2 Sam. 13:29; 1 R. 18:5). Puede observarse una evolución interesante, ya que durante la época patriarcal, hasta la llegada de la monarquía, la cabalgadura de lujo y poder era el > asno. El > caballo se dio en Palestina solo desde la monarquía y se usó para los > carros de guerra. David se alegra de haber matado 40.000 jinetes sirios, cuyos animales confiscaría (2 Sam. 10:18).
A Salomón se le hacía un presente anual costoso en el que entraban también mulos (1 R. 10:25), y de la opulentísima Tiro se dice que trafica con los mulos de Togarma (Ez. 27:14).
El mulo es más pequeño y menos ágil que el caballo, pero es fuerte, paciente, obstinado y seguro. Excede al caballo tanto como al burro en fuerza y sufrimiento. Suele vivir dos veces más que aquel. Tiene forma esbelta, cabeza grande, orejas derechas y no muy largas, cascos pequeños, color canela claro, hocico blanquecino, y la crin de color oscuro, corta y suave.
En el NT no hay mención alguna de este animal, aun cuando históricamente consta su existencia en Palestina durante el período de la dominación romana. En sentido metafórico, los necios son comparados a mulos y caballos que «no tienen inteligencia» (Sal. 32:9). Véase ASNO, CABALLO.