ESTIÉRCOL

ESTIÉRCOL Excremento animal usado para abono (Sal 83:10; Lc 13:8) y combustible (2 R 6:25; Is 25:10; Ez 4:12–15).
En regiones desiertas, donde escaseaban los árboles, se acostumbraba, y se acostumbra aún, mezclar el estiércol de camellos, asnos y bueyes con paja o hierba seca para formar ladrillos que, una vez secos, se usaban en vez de leña. El «muladar» era donde echaban el estiércol. Una de las puertas de la ciudad de Jerusalén se llamaba «puerta del Muladar» (Neh 3:14).
Estiércol se usaba en sentido figurado. Estar «postrado sobre el muladar» era señal de pobreza y humillación (1 S 2:8; Lm 4:5; cf. Mal 2:3). Para castigar a una persona a veces convertían su casa en «muladar» (Dn 2:5; 3:29). Comparar una cosa con el estiércol implicaba desdén, por ejemplo, el cadáver de Jezabel (2 R 9:37; cf. Job 20:7; Sof 1:17) y las glorias de este mundo (Flp 3:8).