EPICÚREOS

EPICÚREOS Nombre de los adeptos del filósofo Epicuro (341–271 a.C.), quien fundó una de las escuelas más importantes de la filosofía griega. El principal interés de los epicúreos era la ética. Defendían la tesis hedonista: la búsqueda del placer como fin supremo de la vida. Su ideal era la paz del alma (ataraxia) en la que radicaba la felicidad, mediante la sabia ponderación del goce y el prudente dominio de sí mismo. Esta doctrina les condujo a un radical individualismo, pues el sabio debía mantenerse lejos de las luchas políticas y sociales, preferentemente sin formar familia. También les preocupaba liberar al hombre de todo temor, sobre todo al temor a los dioses y a la muerte.
Los epicúreos eran materialistas y negaban la supervivencia del alma más allá de la muerte. El alma humana (material), afirmaban, está constituida por átomos que se separan al cesar la vida y así el alma se desintegra. Por otra parte, sin ser ateos, rechazaban toda relación de Dios con el mundo (providencia). En los lugares celestes ciertamente existen los dioses, pero estos no se interesan por el hombre, ni participan en el gobierno del mundo. Por eso no hay que temerles.
La escuela epicúrea contó con numerosos discípulos sobre todo en el mundo helenístico, pero fue menos popular en Roma donde el → ESTOICISMO tuvo más amplia acogida. En la época del Nuevo Testamento los epicúreos eran bastante conocidos (Hch 17:18–34). Por supuesto, sus doctrinas metafísicas y sus ideales éticos estaban muy lejos del espíritu del evangelio y les chocaba el mensaje de Pablo que destacaba la resurrección y el juicio.

Templo en el Areópago