CARDOS Y ESPINAS

CARDOS Y ESPINAS En Palestina existen más de cien variedades de plantas que caben bajo esta categoría general. Sin embargo, tenemos solamente 22 términos bíblicos para identificarlas. Por otra parte, se hace difícil encontrar el equivalente castellano. De ahí que RV use los términos «abrojos», «cardos», «espinas», «espinos», «ortiga» y «zarza» sin que haya constancia en la traducción del vocablo hebreo o griego.
De entre las muchas variedades, merecen especial atención la centaurea iberica, y la centaurea hyalolepsis (cardo en 3.18; Os 10:8; del hebreo dardar). Estas plantas anuales y bienales producen hojas grandes que los beduinos comen como ensalada. El cardo que se menciona en 2 R 14:9 y 2 Cr 25:18 es el hebreo khoakh. En este caso se refiere al prunus ursina, arbusto espinoso de la familia de las rosas, que crece en el Líbano y norte de Palestina. En las otras ocasiones en que aparece khoakh, RV la traduce «espinos» (Job 31:40; Cnt 2:2), «espinas» (Pr 26:9) y «espino» (Os 9:6). En estos casos parece referirse al scolymus maculatus, una hierba de algo más de un metro de alto que es sumamente nociva a las gramíneas.
Reina-Valera también dice «espino» para referirse al hebreo sirim, el poterium spinosum, arbusto espinoso de algo menos de un metro de alto y de copiosas y delgadas ramas. Este es el arbusto más común en Palestina y los árabes lo utilizan como vallado y combustible. Es este el espino mencionado en Ec 7:6; Is 34:13; Os 2:6; Nah 1:10.
Es muy probable que las espinas de la corona de Cristo (Mt 27:29; Jn 19:2) fueron de uno de los arbustos corrientes cerca del Gólgota, tal vez el poterium spinosum ya mencionado.
La zarza de la tradición mosaica (Éx 3:2–4; Dt 33:16) no se ha se ha podido identificar.