BABEL

BABEL (puerta de Dios).
1. Una de las ciudades que fundó Nimrod (Gn 10:8–10) en la tierra de Sinar (Sumer); → BABILONIA.
2. Torre construida en una llanura de la tierra de Sinar (Gn 11:1–9). Se ha identificado con las ruinas de una torre escalonada (zigurat) de es-sahn, excavadas en 1913. Es la torre de un templo de siete pisos, con una altura de 90 m y una sólida base subterránea de unos 90 m por cada lado. En el piso más alto se hallaba un templo, o casa de bodas, de la divinidad, Marduc. La forma del zigurat se desarrolló en Babilonia ca. 3000 a.C, pero Gn 11 tal vez hable de un prototipo de fecha anterior.
Algunos comentaristas creen que la confusión de lenguas (v. 7) es universal y literal, explicando así el origen de la diversidad de idiomas; otros creen que el texto habla de un juicio local (→ DILUVIO). La confusión se puede interpretar también como un milagro del oído, como algunos lo hacen en el caso de Pentecostés. No hay indicios de un idioma escrito antes del de Sumer, ca. 3000 a.C. (el cual no tiene relación evidente con otros idiomas conocidos). Por eso es imposible ser dogmático en cuanto al origen y desarrollo de la variedad de idiomas. Pero, sí hay pruebas de la dispersión de los hombres (Gn 11:8s) mucho antes de la cultura sumeria.
Sin embargo, la enseñanza básica del pasaje no es del origen de los idiomas, sino del desarrollo del pecado humano. El desorden en el mundo internacional no figuraba en el plan original de Dios, sino que fue el castigo resultante por la rebelión del hombre. Los esfuerzos unificadores de este (sus obras) son siempre incompletos e insuficientes, y contrastan con la obra salvadora de Cristo y con la ciudad de Dios que desciende del cielo (Ap 21:2). La variedad de idiomas y culturas ahora obstaculiza la comunicación y representa un juicio de Dios, pero seguirá en la eternidad (Ap 22:2) como bendición y oportunidad para expresión creativa de la gracia de Dios.