Azazel

Azazel El ritual levítico establecía que el sumo sacerdote debía presentar delante de Jehová, en el Día de Expiación, dos machos cabríos, sobre los cuales echaría suertes: una suerte por Jehová y otra por Azazel. Después que el sacerdote ponía las manos en la cabeza del macho cabrío por Azazel y confesaba sobre este todos los pecados del pueblo, el animal era llevado al desierto. La única mención que la Biblia hace de Azazel está en Lv 16:8, 10, 26. (En la época de Cristo, se dejaba caer a este macho cabrío, desde una roca alta, a un precipicio distante 19 km de Jerusalén.)

No ha sido posible identificar exactamente a Azazel. Según la etimología del nombre, el significado principal es «quitar», «conducir hacia un lugar desierto» o el mismo sitio desierto (Lv 16:21, 22). Hay algunos, sin embargo, para quienes Azazel significa el macho cabrío y otros que lo interpretan como un demonio o Satanás mismo. En todo caso, la enseñanza de purificar el pueblo, alejando simbólicamente sus rebeliones para facilitar de ese modo la reconciliación con Dios (Lv 16:10), se cumple satisfactoriamente en Cristo, de quien Juan el Bautista dijo: «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Jn 1:29). (→ Día de Expiación.)