Aram, Arameos

Aram, Arameos Aram fue quinto hijo de Sem, uno de los hijos de Noé (Gn 10:22s), y el territorio habitado por sus descendientes. De ellos derivaron los distintos pueblos semíticos y, por tanto, el nombre «arameo» designa tanto un pueblo, como un idioma. Se menciona a otro Aram, nieto de Nacor, el hermano de Abraham (Gn 22:21), lo cual pareciera indicar una relación estrecha entre los arameos y los patriarcas hebreos. Con el término «arameo» la Biblia suele designar un pueblo semítico que vivía esparcido por las regiones de Mesopotamia y Siria en distintas tribus y localidades.

El territorio de los arameos nunca estuvo bien definido. Comúnmente, Aram se refería a la tierra que estaba al nordeste de Palestina hasta donde nacen los ríos Tigris y Éufrates. En tiempos de Abraham y sus hijos, Aram significaba Mesopotamia, pero durante el período de la monarquía hebrea designaba a Damasco y la región de → Siria. Por lo general, la LXX traduce el hebreo Aram por Syria.

Abraham reconocía su parentesco con los arameos, pues buscó entre ellos una esposa para Isaac (Gn 24). Después, Jacob consiguió sus dos esposas de entre sus parientes arameos. Un viejo credo de los hebreos afirma que estos descendieron de los arameos (Dt 26:5). Según 2 S 8:3–10, David logró dominar Hamat y Damasco, los dos centros arameos importantes. Pero al mismo tiempo los amonitas contrataron a los arameos para pelear contra David (2 S 10:8).

Como mercenarios, los arameos constituían un peligro para Israel hasta que al fin Asiria los conquistó completamente en la misma época en que cayó Samaria (722 a.C.). La importancia histórica de los arameos reside en su facilidad para adoptar la cultura de sus vecinos y diseminarla por el Cercano Oriente. Al adoptar el alfabeto fenicio, su idioma sencillo y práctico llegó a desplazar la complicada escritura cuneiforme de los asirios, babilonios y persas. (→ Arameo, Idioma.)