HÍGADO

HÍGADO En sentido corporal, la Biblia solo menciona el hígado de los animales sacrificados (Éx 29:13; Lv 3:4, 10, 15). Sin embargo, los israelitas lo consideraban el asiento de la vida, muy semejante al corazón (Lm 2:11). La cortesana que seduce a un adolescente se le compara con una flecha que le atraviesa (indistintamente, según las versiones) el hígado o el corazón (Pr 7:23).
Era común entre las civilizaciones primitivas reconocer la importancia vital del hígado. Los babilonios creían poder pronosticar enfermedades y hasta sucesos personales o nacionales mediante la observación del hígado de los animales sacrificados (hepatoscopía). El profeta Ezequiel condena esta práctica de adivinación (Ez 21:21).