ÉUFRATES

ÉUFRATES (copioso). Río importante del Asia occidental, cuyas dos fuentes se hallan una cerca al Ararat y la otra cerca de Erzerum. Su recorrido hasta el golfo Pérsico, donde desemboca unido al Tigris con el nombre de Shatt-el-Arab, lo hace a través de Armenia, Siria e Irak, este último que lo aprovecha para fines económicos, entre otros, para la navegación desde el golfo hasta la importante ciudad de Basora.
Su largo total es de unos dos mil setecientos kilómetros. Atraviesa regiones montañosas, pero mayormente llanuras. Esto influye para que su corriente y su anchura sean muy variables.
En la historia se menciona junto al Tigris, pues ambos limitaban la fértil Mesopotamia. El Éufrates bañaba toda la región occidental de esta zona.
Cuando la Escritura describe la hidrografía del Edén, señala al Éufrates como uno de los «cuatro brazos» en los que se repartía el río que regaba el huerto (Gn 2:10, 14). Más adelante, cuando el Señor habla a Moisés respecto a la tierra prometida, se designa al Éufrates como el límite oriental (Éx 23:31). Aun cuando nos parezca raro que la extensión ofrecida llegara hasta tan lejos por el lado oriental, debemos recordar que el llamado de Abram fue desde esta región, que desde el principio fue asiento de pujantes reinos.
Se supone que los egipcios, bajo el faraón Necao, llegaron a conquistar hasta las márgenes occidentales del Éufrates (2 Cr 35:20). Poco después los persas someterían esta dinastía. En la actualidad, en sus márgenes se conservan algunas poblaciones importantes y sus aguas las surcan modernas embarcaciones que contrastan con las extrañas balsas construidas con pieles de chivos en épocas remotas.