ESCUPIR

ESCUPIR Desde tiempos antiguos, en Oriente el acto de escupir en la cara era signo de profunda enemistad (Nm 12:14). Los soldados que torturaron a Jesucristo antes de la crucifixión, lo sometieron a esta clase de infamia.
Jesús escupió en los ojos de un ciego para devolverle la vista (Mt 8:23), y en otra ocasión escupió en tierra e hizo lodo con el que curó a otro ciego (Jn 9:6).