Atar Y Desatar

Atar Y Desatar Pedro (Mt 16:19) y la asamblea de los discípulos (Mt 18:18) recibieron de Jesús el poder de «sujetar» y «libertar» en la tierra, porque Dios ata y desata en los cielos. Es difícil, sin embargo, interpretar con exactitud el sentido de lo anterior. En Israel, la expresión figurada se refería a la autoridad de los maestros en cuestiones de doctrina y disciplina de la Ley (Mt 23:13; Lc 11:52), pero Jesús cambió el significado de la comparación. En Jn 20:23 autoriza a los discípulos para remitir y retener los pecados por el poder del Espíritu Santo.

La proclamación del evangelio de la salvación, que liberta a los oprimidos, ata los poderes demoníacos y desata el poder del Reino de Dios (Mt 12:28, 29). Desata de la enfermedad a una hija de Abraham después de dieciocho años de estar atada por Satanás (Lc 13:16). Ahora la expresión se refiere a la acción libertadora de Jesús y el testimonio de su Iglesia.