Anaceos

Anaceos Los espías que se enviaron a explorar Palestina, antes de la invasión israelita, se aterrorizaron al ver un pueblo de gran estatura que vivía en las montañas del sur alrededor de Hebrón. El anaceo Arba, que fundó Hebrón, era descendiente de los nefilim (que se traduce por → Gigantes en Nm 13:33).

Los egipcios, para provocar la derrota de sus enemigos, inscribían los nombres de ellos sobre urnas y luego las quebraban. En el museo de Berlín se exhiben pedazos de cerámica egipcia con execraciones a «Erum, soberano de Iy-anac y a todo su séquito», los cuales muestran que ya por el año 2000 a.C. los anaceos les inspiraban miedo a sus vecinos.

Josué en su conquista del sur, o los destruyó o expulsó, pero algunos permanecieron en Hebrón, Gat, Gaza y Asdod (Jos 11:21, 22). Caleb venció a los de Hebrón (Jos 14:6–14; 15:13–19; 21:11s). Según Jer 47:5 (LXX) aún quedaban algunos al final de la monarquía